Son filamentos del grosor de un cabello de diferentes materiales biocompatibles, que se absorben con el tiempo. Suelen tener espículas o conos para anclarse bien a la piel e inducir un mayor efecto.
¿Cómo se ponen? Se colocan a nivel de la dermis mediante una aguja muy fina y flexible, que luego se retira, quedando el hilo dentro, sin que se note. Se colocan sin anestesia o con crema y se tarda entre 30 y 40 minutos. Su número varía según las necesidades de cada paciente.
¿Cómo quedan?¿Cuál es el resultado? Parte de los resultados se ven de inmediato, con un efecto lifting causado por la tensión. Más tarde se observan los resultados progresivos derivados de la formación de colágeno y fibroblastos, que dan firmeza a la piel. Su acción máxima se produce en torno a los 3 meses de su implantación. Por esto, aunque el cuerpo reabsorbe los hilos a los 6-8 meses, sus efectos perduran en el tiempo.
¿Para quién esta indicado este tratamiento? Es un tratamiento ideal para personas con flacidez cutánea que no desean someterse a cirugías invasivas. Los resultados no son tan evidentes como con estas, pero permiten prevenir y mejorar los signos de la edad con sutileza. Además, se pueden combinar con otro tipo de técnicas como los rellenos, los láseres o la radiofrecuencia para alcanzar resultados óptimos.
No suele presentar efectos adversos, más allá de una leve molestia o inflamación en la zona tratada.
¿Coste? A partir de 150 €