La dermatitis seborreica es otro trastorno inflamatorio de la piel que cursa en brotes.
Se caracteriza por una predisposición a la inflamación, con aparición de rojeces y descamación de ciertas zonas del cuerpo.
Lo más frecuente es la afectación del cuero cabelludo, con temporadas en las que aparece el picor, la caspa e incluso hasta costras.
Ojo, no causa alopecia. Además, no es raro que aparezcan eczemas en la cara, especialmente a nivel de cejas, entrecejo, a ambos lados de la nariz y los conductos auditivos. En hombres también se afecta bastante la zona de la barba.
El tener dermatitis seborreica predispone a la irritación de ciertas zonas del cuerpo: la región central del pecho, los pliegues (axilas, ingles, debajo del pecho en mujeres) y el glande de los varones.
Su causa es multifactorial, influyendo mucho la predisposición individual que viene determinada por nuestros genes y factores ambientales que la pueden agravar. Tiende a salir en zonas de alta proporción de glándulas sebáceas y a empeorar con la humedad, por esto ocurre en las zonas donde se acumula el sudor. La irritación química o mecánica (p. ej. roce de la mascarilla o de la ropa interior) también la desencadenan.
Seborrea y humedad permiten sobrecrecer a un hongo Malassezia que cohabita con todos nosotros y que perpetúa la inflamación.
Ahora se comprende mejor que el tratamiento médico aborde la parte inflamatoria (sobre todo con corticoides o inmunomoduladores) y la parte fúngica (con champús o cremas con fungicidas). Cosméticos con queratolíticos, seborreguladores y activos calmantes pueden disminuir los brotes.
Muchas veces existe un solapamiento importante entre la dermatitis seborreica y la psoriasis, por esto se considera en muchas ocasiones que pertenecen al mismo espectro de enfermedad.