La rinoplastia es una técnica quirúrgica que conlleva la modificación de la apariencia externa de la nariz, al tiempo que busca la armonización respecto al resto de estructuras faciales.
En la nariz, forma y función está relacionadas, y por ello debemos abordarlas de manera conjunta. En las ocasiones en que aparece asociado un defecto de función nasal, que corregiremos en la misma intervención, ésta pasará a llamarse Septorrinoplastia.
En esta intervención, es importante tener claras las expectativas del paciente, y haber llegado a un acuerdo acerca de qué es lo que podremos modificar para obtener el resultado más satisfactorio tras la operación.
La recuperación es variable dependiendo de lo que se haya realizado. Normalmente se inmoviliza la nariz con una férula durante unos 10 días. Suelen aparecen hematomas e hinchazón que pueden durar hasta dos semanas. Suelen necesitarse analgésicos y antibióticos para un postoperatorio más confortable. No se recomienda el uso de gafas, tomar el sol ni realizar ejercicio físico hasta transcurridos dos meses de la operación.