La toxina botulínica es un fármaco que se utiliza con fines médicos en el tratamiento de algunas enfermedades neurológicas, en medicina estética y tiene otras aplicaciones como la corrección de hiperhidrosis, tics o espasmos musculares.
En medicina estética su uso más común es la inyección de pequeñas cantidades en puntos estratégicos de la cara para minimizar surcos y arrugas de expresión. Los neuromoduladores actúan relajando la contracción de los músculos faciales de forma temporal, corrigiendo las arrugas y previniendo su progresión, es especialmente efectivo en las arrugas dinámicas o de expresión.
Los efectos no son inmediatos, empiezan a apreciarse transcurridos tres o cuatro días. Los resultados definitivos se aprecian a partir de los 15 días, que es cuando solemos hacer la revisión del tratamiento y retoque en aquellos casos en que sea necesario.
¿Cuánto dura? Entre 4 y 6 meses, dependiendo de cada paciente.
¿Tiene efectos secundarios? Puede conllevar la aparición de efectos secundarios, los más comunes son molestia en la zona de la inyección, leve dolor de cabeza/cefalea, síntomas similares a los de la gripe. En ocasiones puede provocar caída temporal de los párpados.
¿Qué debo tener en cuenta? Lo más importante es que una vez hecho el tratamiento no te acuestes hasta que hayan transcurrido 4 horas, ni toques la zona para nada ese día: evita aplicar tu rutina facial, gorros/cascos que compriman la zona.. Si tienes alguna de las molestias mencionadas, puedes tomar un paracetamol para suavizar esos síntomas.