La liposucción de la grasa mamaria consiste, al igual que en el resto del cuerpo, en realizar un aspirado de la grasa de la zona a tratar mediante cánulas y mínimas incisiones. Muy pocas veces es utilizable como método único para realizar una mamoplastia de reducción, debido a que esta técnica es capaz de eliminar el tejido graso de la mama, pero NO el tejido glandular, que muchas veces es el componente principal de la misma; y tampoco es capaz de eliminar la flacidez cutánea resultante de esta disminución del volumen.
El caso ideal para utilizar únicamente liposucción de pecho, sería una paciente que cumpla:
- Desea una tan sólo una pequeña reducción de senos en cuanto a volumen.
- Sus mamas se encuentran perfectamente posicionadas (no existe ptosis mamaria o pecho caído).
- Tienen una forma correcta.
- Una piel gruesa y retráctil (con capacidad para contraerse).
- Presentan una proporción pequeña de tejido glandular.
En todos los demás casos, estaría indicada en todo caso como tratamiento complementario a una reducción de mamas convencional.