Este tratamiento se emplea para corregir pérdidas de volumen en zonas como los pómulos y surcos nasogenianos, y para redefinir el óvalo facial y mejorar la flacidez en cuello/escote. Se ha comprobado que también es un tratamiento efectivo contra la flacidez en la cara interna de brazos y muslos, así como en la zona de la barriga. Y constituye también una buena elección para aplicar en nariz, línea de mnadíbula, mentón, líneas de marioneta y ojeras.
Cuando inyectamos hidroxiapatita cálcica, se inicia un proceso llamado neocolagénesis o producción de colágeno nuevo, que promueve el crecimiento del mismo alrededor de la zona inyectada. Con el tiempo, el cuerpo absorbe gradualmente el producto, pero las micropartículas de hidroxiapatita permanecen. Su efecto es progresivo, y el resultado final se puede valorar transcurridos cuatro meses, aunque el cambio es apreciable de manera inmediata.
El implante es biocompatible, por lo que no es necesario esperar a conseguir resultados de pruebas de alergia. También es biodegradable, por lo que se adapta bien a las necesidades estéticas del rostro siempre cambiante.
El relleno con hidroxiapatita tiene una durabilidad superior a los rellenos con ácido hialurónico. Dependiendo de la zona y el paciente, su durabilidad se sitúa entorno a 2-3 años.
No suele presentar efectos adversos, más allá de una leve molestia o inflamación en la zona tratada. Puede producirse algún pequeño hematoma.
El coste del tratamiento es a partir de 350 €.