Todos los días veo mínimo 3 o 4 pacientes en consulta con el mismo problema…

Dermatitis del cuero cabelludo: entenderla bien para tratarla mejor
El cuero cabelludo es una de las zonas más particulares de la piel humana: combina una densidad muy elevada de folículos, secreción sebácea constante, un microbioma específico y una exposición diaria a productos cosméticos que no se aplican en ninguna otra parte del cuerpo. Con esta combinación, no es extraño que aparezca inflamación con cierta frecuencia, aunque a menudo se interpreta de forma errónea.
Uno de los malentendidos más extendidos es atribuir cualquier picor o descamación a dermatitis atópica, un diagnóstico que en adultos es excepcional cuando solo afecta al cuero cabelludo. En realidad, la mayoría de estos cuadros pertenecen al espectro psoriásico, y su forma más habitual es lo que llamamos dermatitis seborreica.
Comprender esta diferencia es fundamental para orientar el tratamiento.
Dermatitis seborreica: una variante psoriásica, no un eczema atópico
La dermatitis seborreica no es un problema de “grasa” ni una entidad aislada. Es, en esencia, una forma suave del espectro psoriásico, con un comportamiento clínico muy similar:
- brotes recurrentes,
- mejorías y empeoramientos estacionales,
- relación con el estrés,
- sensibilidad marcada a la humedad y la oclusión,
- respuesta parcial a corticoides.
Nada de esto se comporta como la dermatitis atópica.
Humedad, pelo mojado, oclusión y Malassezia: los factores que desencadenan los brotes
Mientras que la piel atópica mejora con hidratación y ambientes húmedos,
la dermatitis seborreica y la psoriasis del cuero cabelludo empeoran con:
- humedad,
- sudor,
- grasa,
- oclusión,
- especialmente cuando el pelo queda mojado o mal secado.
Aquí juega un papel crucial Malassezia, un hongo lipofílico del microbioma cutáneo. Un brote suele aparecer cuando coinciden:
- humedad que reblandece el estrato córneo,
- sebo como sustrato,
- temperatura local elevada (como ocurre bajo el pelo húmedo o recogido mojado),
- y oclusión generada por el propio cabello o por un vello denso.
Este mismo mecanismo explica dos fenómenos muy típicos:
- Al empezar a perder densidad capilar, muchas personas mejoran, porque hay menos oclusión y menos humedad retenida.
- En la barba de los hombres aparece con frecuencia, sobre todo en barbas densas, donde se replican las mismas condiciones.
Durante un brote, los antifúngicos suelen mejorar los síntomas porque reducen la proliferación de Malassezia.
¿Produce alopecia la dermatitis seborreica? No (y tampoco existe el “taponamiento del poro”).
La dermatitis seborreica no produce alopecia.
No miniaturiza el folículo ni provoca pérdida de densidad.
Solo una psoriasis muy intensa y extensa podría causar una caída reactiva transitoria, que se recupera al controlar la inflamación.
También es importante desmontar el mito del “taponamiento del poro”, muy utilizado en marketing capilar. La idea de que la grasa asfixia el folículo es falsa.
El pelo no respira del aire exterior.
Se oxigena a través de los capilares sanguíneos que irrigan la raíz.
Por tanto, el sebo no tapa, no asfixia ni detiene el crecimiento.
La grasa puede modular la inflamación, pero no causa alopecia.
Diagnóstico diferencial: no todo lo que descama es seborreica
Aunque la dermatitis seborreica es la causa más frecuente de picor y descamación del cuero cabelludo en adultos, no es la única. Es importante descartar otras patologías que pueden imitarla:
Inflamatorias o irritativas
- Dermatitis irritativa por productos capilares.
- Dermatitis alérgica de contacto, hoy minoritaria gracias a la regulación de alérgenos.
Infecciosas
- Tiña capitis (dermatofitos).
- Demodicosis (sobrecrecimiento de Demodex, que puede dar picor, inflamación y descamación y que a menudo coexiste con la dermatitis seborreica, porque también se alimenta de la grasa).
- Pediculosis capitis (piojos), especialmente cuando el picor es intenso y localizado en nuca y zona retroauricular. Aunque parezca mentira, todos los años vemos adultos despistados con piojos.
- Foliculitis del cuero cabelludo (bacteriana o por otras causas).
Alopecias cicatriciales
- Liquen plano pilar,
- Foliculitis decalvante,
- Alopecia fibrosante frontal,
- Lupus cutáneo crónico.
Enfermedades autoinmunes o sistémicas
- Dermatomiositis,
- Lupus eritematoso.
Aunque estas patologías son menos frecuentes, algunas pueden producir pérdida irreversible de pelo si no se diagnostican a tiempo.
Por eso siempre es recomendable una valoración dermatológica, especialmente cuando el cuadro es intenso, persistente o no responde a lo habitual.
Tratamiento: qué hacer en un brote y cómo prevenirlos
La dermatitis seborreica funciona en brotes. La clave es saber qué hacer cuando aparece, y cómo evitar que vuelva.
1. Durante un brote
- Controlar la inflamación con el tratamiento adecuado.
- Reducir Malassezia (antifúngicos tópicos).
- Evitar humedad y oclusión: secar bien el pelo y no recogerlo mojado.
- Suspender productos irritantes o grasos en la raíz.
- Higiene suave, sin fricción excesiva.
2. Entre brotes
- Secar siempre bien el pelo.
- Evitar aceites y mascarillas densas en la raíz.
- Usar productos que eliminen bien la grasa y los restos de células muertas.
- Adaptar la frecuencia de lavado a las necesidades particulares.
- Minimizar el estrés, que es uno de los mayores desencadenantes.
No “cura”, pero reduce la frecuencia e intensidad de los brotes.
La clave final
En adultos:
- La dermatitis atópica del cuero cabelludo es muy rara.
- La dermatitis seborreica es la forma más común del espectro psoriásico.
- Funciona en brotes
- No produce alopecia.
- Empeora con humedad, oclusión, grasa y pelo mojado.
- Y no todo lo que descama es seborreica, hay que descartar otros motivos de inflamación y picor, pero de especial importancia es detectar de forma precoz las alopecias cicatriciales.
Por eso es esencial que un dermatólogo confirme el diagnóstico y plantee el tratamiento adecuado para cada caso.
